José Ignacio González Núñez, VP Sénior para Video de Eutelsat Group para las Américas y MENA, define la estrategia y el foco de la compañía ante el mercado con los servicios de streaming por satélite y la integración las infraestructuras de Geo y Leo en el centro de la escena.
¿Cuáles son las principales novedades de Eutelsat en esta NAB 2025?
-Nuestra estrategia está marcada por tres líneas fundamentales: el trust de los clientes, la innovación y nuestro neighborhood de satélites. Este año el foco está en la innovación, con mucha atención puesta en los servicios que estaremos en estos días con diferentes partners de servicios para video, basado en nuestra constelación de satélites de órbita baja, una constelación de OneWeb. Son pequeños eventos, presentaciones a clientes, prospectos y demás, que van de la mano con los diferentes servicios que ya están montados en algunas geografías y proyectos que estamos en fase de puesta en marcha en los próximos meses, sobre todo en Norteamérica, que es una zona donde más avanzados estamos. La idea es ir dándolos a conocer, y sobre todo que se van dando a tocar.
Tanto para nosotros, desde la parte video, como nuestros colegas de la parte de conectividad, todo lo que sea desarrollo de servicios en la constelación de órbita baja, va a ser la tarjeta de presentación número uno para eventos y comunicaciones que hagamos en el mercado.
Recuerdo que cuando hablamos, el año pasado, definiste que el segmento de video era un negocio maduro, pero que no era un segmento de crecimiento. ¿Cómo se desarrolló a lo largo del año? Especialmente en uno de los puntos que acabas de destacar, y que seguramente es el más complejo: la innovación.
-Nosotros hemos estructurado nuestras líneas de negocios dividiéndolas entre video y conectividad; pero la realidad es que es una especie de división un poco ficticia. Digo esto porque, en definitiva, el área de conectividad está manejando la red de Eutelsat bajo un formato IP, que es el formato de la constelación Leo que es una red IP satelital en órbita baja. Y, además, los servicios que llamamos advanced y que son satélites geoestacionarios, también son servicios de formato IP. Y a través de esa red IP, el 80% del tráfico es video. Es decir que cuando tenemos nuestro teléfono, nuestra internet y nuestro OTT, eso cuenta como conectividad; pero la realidad es que el contenido, que es la madre de todos los negocios, es video.
Y en la parte de video tradicional, como estamos divididos hasta ahora, ya veremos qué pasa en el futuro, estamos hablando de unos sistemas de transmisión en nuestra arquitectura, fundamentalmente órbita geoestacionaria, y en términos de sistemas de modulación y de transmisión tradicional de televisión. Sea DTH, DBS2, DBSX, etc. Ese negocio, de alguna forma, está transitando hacia un formato IP. Y efectivamente, la parte de transmisión tradicional es un negocio maduro, que empezó en los años 90 y tuvo su explosión en los años 2000; no obstante, ahora se vienen otros modelos porque todo, absolutamente todo, es IP.
Entonces, dentro de uno de los apartados de innovación, que es lo que estamos presentando aquí en NAB, es justamente lo que llamamos el streaming por satélite, que está basado en el estándar Native IP. Esto significa que los contenidos video los metes en formato IP desde que los generas en tu cámara, y a partir de ahí se transmite todo en formato IP. Es por estas razones que pienso que se trata de una división un tanto artificial, porque justamente el mundo IP está en plena explosión.
¿Y cómo están evolucionando esos servicios de streaming por satélite?
-En América hay dos mercados, uno es Perú y otro es México, que son pioneros en este tipo de servicios de DTH. En el caso del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú no comenzó como un servicio de televisión DTH al uso tradicional sino directamente en formato Native IP. Y no solamente están transmitiendo contenidos live, con cadenas de televisión y demás, sino también contenidos offline para transmitir contenidos educativos, ficheros y demás. Aprovechan las ventajas del formato IP y a la hora de utilizar el usuario final, pues es un Ethernet o es un tubo IP, de alguna forma. Es un caso único en todo el mundo.
Y el otro es en México, donde nuestro cliente de DTH tradicional, Star TV, está lanzando en estos meses, ya están en fase de pruebas y demás, un servicio que anuncian como OTT satelital. Se trata de una batería de 3.000 títulos offline llamado Starflix con una experiencia de usuario parecida a un servicio de OTT, pero toda vía satélite y para zonas donde no hay Internet. De alguna forma, recibes tu televisión, tus contenidos live, si quieres, a través de un tubo tradicional de televisión de DTH, y tu cajita va a tener otro descodificador, recibe los contenidos de tu streaming satelital. Es un servicio tremendamente innovador que se pega a un servicio tradicional. Esos son los temas más importantes en términos de streaming que estamos presentando; luego hay otros casos de uso que estamos trabajando con diferentes clientes.
Hablando de lo tradicional y lo no tradicional, ¿cómo viene el proceso de integración las infraestructuras de Geo y Leo?
-Es un proceso complicado y muy desafiante porque es como intentar cuadrar un círculo; pero, estoy convencido que vamos en la buena dirección, o eso quiero creer. Porque, en definitiva, a los usuarios de los servicios les da igual la infraestructura por la que vienen. Al final son servicios IP, a ellos les da igual si llega a través de fibra óptica, de un canal aéreo 5G o de una antena conectada a un satélite. De manera que, para nosotros, el reto es aunar y trabajar de forma seamless (sin interrupciones), la operación de servicios Geo y Leo. De hecho, estamos reestructurando nuestra operación para que así sea.
Pero sobre todo lo más importante es de cara al cliente final. El poder tener una experiencia de usuario que, si quieres disfrutar de la baja latencia, de una conexión a través de órbita baja, que tengas la conexión a través de un satélite de órbita baja. Si lo que quieres es un alto throughput (rendimiento) y la latencia no es crítica, utilices un satélite geoestacional. Entonces, es un proceso retador, difícil, pero esa es la base de nuestra estrategia. Pensamos que el mix a largo plazo va a ser sacar lo máximo de las constelaciones, de nuestra constelación en este caso, y de nuestro satélite geoestacional. Esa es la clave de nuestra estrategia.
Creo que no somos los únicos que pensamos así; quizá lo que es diferente respecto a otros operadores es que somos los únicos que tenemos en propiedad una constelación de órbita baja y nuestro satélite geoestacional. Otros operadores son muy grandes en geoestacionario, pero no tienen una constelación de órbita baja. Y además existen otros que no tiene la parte geoestacional, lo que supone ciertas desventajas a la hora de trabajar en determinados escenarios.
Tienes a tu cargo las operaciones de LATAM y MENA. ¿Hay grandes diferencias respecto de lo que demanda el mercado?
-Existe una gran diferencia. En el mercado MENA, al contrario que en el continente americano, la televisión llega a los hogares, fundamentalmente, directamente a los hogares, vía satélite. Aquí, en América, la televisión llega a los hogares a través de una tecnología alimentada por satélite. Me refiero a redes de cable, televisión IP y cabeceras de cable. En América Latina lo sabemos bien, están alimentadas por satélite y de ahí se distribuyen a los usuarios finales.
En el caso de MENA, estamos hablando de que más del 93% de los hogares en la región MENA reciben directamente televisión a través de nuestro satélite. Son 66, 67 millones de hogares que tienen una antena parabólica apuntada a nuestros satélites, que están en la posición 7, 8 grados oeste. Esa es la gran diferencia a la hora de cómo está estructurado el mercado.
Ahora bien, hay ciertas similitudes en términos de infraestructura terrestre que es lo que marca el rol del satélite. La gran diferencia es que desde el norte hasta el sur del continente americano hay redes de cable, redes IP y OTTs mucho más desarrolladas que, sobre todo, llegan al usuario final. Con mejor o peor calidad, eso otra historia, pero llegan.
Para ponerlo blanco sobre negro: en MENA el satélite es el rey. Evidentemente, hay como Dubái, Abu Dhabi o Doha, donde la red terrestre es de una calidad extraordinaria. Ahí el rol del satélite es de alimentar esas redes terrestres y no llega al usuario final de forma directa. Pero cuando uno sale, por ejemplo, del centro de El Cairo y realidad es otra; uno va al norte de Marruecos o a Irak y advertirá que las redes terrestres tienen una cobertura y una calidad que distan bastante de las que estamos acostumbrados en otras zonas del mundo. Por eso, el satélite es el rey en la televisión directa al hogar y eso hace que sea distribuida en banda KU y no en banda C como en América. Estamos hablando de un negocio de casi mil canales de televisión, con lo cual marca ciertas diferencias en la dinámica de mercado en un sitio y en otro. Lo que sí que es cierto es que ambos mercados siempre son súper apetitosos de innovación.
Todo esto que te estoy contando, que forma parte de nuestro despliegue en NAB, también lo vamos a estar presentando en CABSAT 2025, que se realizará en Dubái durante del 13 al 15 de mayo. Es que, aún con pequeños matices, todo el mundo está interesado en todo lo que sea innovación y mejora en la proposición de valor.