¿Cuál ha sido el foco tecnológico de Audio Video Sistemas (AVS) durante CAPER Show 2024?
-En CAPER estuvimos presentando productos relacionados con la producción, set virtuales y trackers para cámaras, justamente, para poder grabar en un set. Hemos logrado armar una propuesta muy interesante, con costos bastante razonables y una solución de máxima calidad para lo que es un set virtual. En cuanto al tracker, vale destacar que es TracVision y el resultado es un producto muy confiable.
Por otra parte, presentamos YoloBox, que es una especie de móvil de exteriores en formato de tablet. Tiene entradas de video por HDMI, por redes e incluso es posible conectarse con un teléfono móvil y ser una fuente de video. Además, permite grabar en una memoria SD, guardar videos, reproducir, hacer instant replay y streamear a todas las plataformas de redes sociales. Es un producto muy competitivo y confiable, que venimos probando ya hace más de un año y despertó mucho interés en la exposición.
Y en cuanto a los productos vinculados con el universo del cable, ¿ cuál es el diferencial de AVS?
Nosotros tenemos una posición muy sólida en la industria del cable y, por supuesto, también contamos con una serie de productos que están relacionados con ese y otros campos que hoy atendemos en AVS, como las OTTs, las empresas TIC, infraestructura para telecomunicaciones, sistemas para monitoreo, moduladores de RF, sistemas para enlaces, SRT y enlaces satelitales. Obviamente, son productos orientados al backend y no a la producción. En ese sentido, hay muchos clientes que están incorporando el Easy Tools, que fue desarrollado por uno de los creadores del VLC, con mucho know-how sobre el video sobre IP. Si bien lo venimos presentando hace rato, sigue siendo un producto muy innovador.
¿Cómo ves las oportunidades de negocio para AVS en el mercado argentino en la actualidad?
-Nosotros tenemos una posición muy sólida en la industria del cable y aparte, desde siempre he sido una persona muy inquieta buscando productos y soluciones innovadoras para nuestros clientes, buscando aportarles know-how, seriedad, cumplimiento y responsabilidad sobre lo que instalamos, integrando también a fabricantes y vendors que acompañen el proceso, lo cual resulta importantísimo.
Dicho esto, respecto de las oportunidades a nivel industria, pongámoslo en perspectiva: Argentina hoy es un país caro en dólares, pero hay que entender que estamos en una etapa transitoria producto de una situación muy inmanejable de los años anteriores en los que no podíamos pagar al exterior, ni podíamos importar. Y la verdad es que nuestra industria depende de la importación, sea para un producto terminado o para alguna parte de un producto que se está fabricando a nivel local. Entonces, esta situación nos pone siempre en desventaja. Hoy, si bien no está solucionado del todo, vemos un poquito de luz al final del túnel y eso alienta un poco para ponerle más energía a la hora de desarrollar mercados, productos y marcas nuevas. Por lo tanto, mi visión es positiva. Estoy convencido que el año próximo será mucho mejor que este, que ya es mejor que el año pasado; y, probablemente, de acá a dos años estemos mucho más cómodos. De todas maneras, creo que el gobierno tiene que corregir muchas cosas, sobre todo en el tema fiscal. Y no hablo del déficit fiscal que lo han logrado corregir en tiempo récord, sino respecto de la carga impositiva que tienen las empresas. Nosotros pagamos muchísimos impuestos que encarecen los productos; de hecho, nuestros costos se duplican en comparación con los de Chile, por ejemplo. No obstante, tengo esperanza que eso va a corregirse porque resultará imprescindible para abrir el camino no sólo a la innovación sino también al desarrollo local.