¿Cómo definiría el actual posicionamiento de Intelsat en la región?
-Intelsat comenzó a cambiar su posicionamiento a partir de 2015 con el lanzamiento de los primeros satélites HTS, que fue el momento en que advertimos la necesidad de invertir en plataformas de transmisión para que pudiéramos salir a venderlas y también para dar servicio a nuestros clientes. Por entonces la inversión para acceder a los satélites era muy alta, razón por la cual Intelsat pasa de ser una compañía que solo vende capacidad satelital a incorporar soluciones y servicios gerenciados.
Para profundizar este cambio en Brasil fue necesario hacer inversiones en la región, empezando con una operación local, a través de nuestro NOC regional. Fue el principio de una descentralización del NOC, que antes estaba concentrado en Atlanta. Y uno de los inconvenientes que ocasionaba era que no tenía soporte en otras lenguas; o, mejor dicho, había, pero a través de traducción y todos sabemos que no es lo mismo.
En consecuencia, el primer movimiento que hicimos hace cuatro años fue producir la descentralización e implementación del NOC (Centro de Operaciones de Red) regional a partir de Brasil, pero para toda Latinoamérica. Con un equipo propio, basado en Rio de Janeiro, damos soporte técnico, acceso a la capacidad y a los servicios gerenciados de Intelsat en tres lenguas: inglés, portugués y español.
¿El NOC regional es un diferencial frente a sus competidores? Y en todo caso, ¿qué otras acciones los distinguen?
-Así es, especialmente porque muchos de ellos no tienen este tipo de servicio local: siguen haciendo lo mismo que nosotros hacíamos antes. Lógicamente, aquí en Brasil tenemos una competencia muy fuerte a nivel local con Claro, por el legado de la antigua Embratel.
Debido al éxito de nuestro modelo, empezamos a replicarlo en otras regiones: la segunda fue África, después India y ahora tenemos también lo tenemos en Japón y Europa. Entonces, hoy en día, podemos afirmar que tenemos una red de operaciones que no solo está enfocada en las regiones, sino que también sirve como un backup para las otras. Cuando una región tiene un gran número de requerimientos, cualquiera de las otras puede darle apoyo en inglés, por ejemplo.
Otro de nuestros diferenciales es la parte de video, que requirió una importante inversión en el programa de antenas para el satélite IS-14 en el mercado de Pay TV. Como es de público conocimiento el IS-11, que tenía era una gran comunidad de video, no fue reemplazado, así que fue necesario transferir todos esos clientes de video para las otras comunidades de video: IS-34, IS-21 y también la nueva de IS-14. Pero en Brasil no tenemos una capilaridad que nos pueda dar una penetración muy grande en los cableoperadores; de manera que la empresa, dos años y medio atrás, decidió invertir USD 4 millones de dólares comprando antenas de recepción y las instalamos en 208 headends de cable. Esto nos ha dado la oportunidad de cerrar un acuerdo importante con un gran programador de contenido deportivo a partir del cual hemos incrementado el valor de la comunidad en el IS-14. Después de eso, instalamos una infraestructura de telepuerto para darle servicio al mercado de aviación comercial, así como movilidad y networks Río de Janeiro a través de una asociación con un telepuerto de terceros, donde tenemos dos plataformas y dos antenas, una para el IS-46 y para el Galaxy.
¿Cómo está evolucionando Intelsat en lo que concierne al delivery de contenidos en video valiéndose de la tecnología IP?
-Aunque no es nada nuevo, los recientes avances en los protocolos han hecho que la industria se sienta cada vez más cómoda con la entrega basada en IP como medio para transportar contenidos de video de alto valor. Es sabido que el IP ofrece muchas opciones de colaboración y distribución de contenidos y también permite el uso de redes híbridas que combinan diferentes tecnologías de transporte para equilibrar seguridad, costos, capacidad, latencia y disponibilidad.
Ahora, la novedad de Intelsat ha traído la extensión de su red de fibra a Rio de Janeiro, lo que nos da acceso a los servicios de nuestros ocho telepuertos, de los cuales siete están ubicados en Estados Unidos y uno en Europa, y que cada vez más se están acercando a nuestros clientes en Brasil y el resto de Latinoamérica. Sobre la red de fibra, estamos trabajando con una nueva solución que hemos bautizado IntelsatOne IP que está basada en la plataforma de software Nimbra Edge y que proporciona un ancho de banda dedicado y seguro dentro de la red Intelsat. Así, los clientes se benefician de una red global interconectada diseñada con administración de enrutamiento multidestino, mejor gestión de video de extremo a extremo y protección de streaming.
¿Cuáles son sus principales atributos de IntelsatOne IP?
-Visibilidad, seguridad y gerenciamiento son sus atributos principales. No obstante, es muy importante resaltar el tema del costo porque al atravesar por nuestra red de fibra, se hace mucho más accesible. Con su versatilidad, IntelsatOne IP satisface las demandas de emisoras y programadoras en cualquier parte del mundo y puede usarse para backup de la distribución principal por satélite, distribución terrestre principal, distribución híbrida terrestre y satelital, y hasta para recuperación de desastres.
Por ahora nosotros tenemos presencia en catorce puntos y, una vez que el cliente se conecte con nosotros en Río, podrá acceder a cualquiera de ellos para llevar su señal al punto más cercano del destino de entrega, aún si tiene que pasar por una red de internet pública, garantizamos una entrega totalmente segura. Esto nos va a abrir muchas oportunidades para darle a nuestros clientes servicios de telepuerto y acceder a otros satélites de Intelsat, que también son muy importantes. Para gestantes de Latinoamérica tenemos el IS-34 y el IS-21, que siguen siendo nuestra comunidad de videos tradicionales, pero también les da la oportunidad de conectarse por Río y acceder a otros satélites en otras regiones. En Norteamérica tenemos el Galaxy-19, que es un DTH Free-to-Air, que tiene entre 1.5 y 2 millones de antenas en hogares; en el África Subsahariana contamos con un DTH Free-to-Air, con 45 millones de antenas en hogares, por ejemplo.
En definitiva, con esta red y este POP de fibra, logramos acercarnos a los clientes de manera que hoy en día pueden usar nuestros telepuertos, aunque estén en Estados Unidos o en Europa; e incluso, de ser necesario, podemos instalar antenas en Río a través de nuestra infraestructura.
En términos generales, con todos los movimientos que está experimentando el área de satélites y en función de su experiencia personal, ¿cómo estás viendo este momento tan particular que hay en el mercado?
-Yo lo veo muy bien porque nos abre muchas oportunidades. Por ejemplo, antes no se veía mucha oportunidad para servicios reiniciados. Siempre tuvimos esta infraestructura de telepuerto y red de fibra, pero nunca tuvimos la oportunidad de darle servicio a los clientes. Hoy en día tenemos como cliente a BM&C News, que es un canal brasileño con foco en el mundo de los negocios, que nos entrega la señal por internet pública, por SRT, en nuestro telepuerto y se la transmitimos a todos los headends en Brasil. Y no solo eso, les dimos una solución integrada, donde también pusimos equipos como parte del paquete de servicio. Entonces, eso nos da la oportunidad de darle a los clientes otros tipos de servicios que antes no era posible ofrecer.
Por otra parte, estamos viendo que el mercado se está moviendo hacia las redes híbridas, con lo cual los broadcasters tienen que enfocarse más en la producción de contenido y eso cambia un poco la mentalidad antigua, respecto de que era necesario tener su propio uplink. Ahora ya no porque el costo de mantener la obsolescencia, equipo, local y costo con energía, entre otros, resulta muy alto. Entonces, lo que buscan es contratar a alguien experto y que tenga su negocio enfocado en eso, para que pueda hacer el outsourcing.
Está claro que el satélite cada vez más se está haciendo un mercado de nicho, porque hay una gran búsqueda por la distribución de contenido directo al cliente o por streaming para alguien que va a distribuir su contenido por IP. Es todo un proceso de transformación que requiere estar preparados para apoyar a nuestros clientes en la parte de transmisión con todos los medios, para que el contenido llegue a cualquier lugar y en cualquier parte del mundo. Sea por satélite, a través de la nube, mediante internet pública o por IP gerenciada.
Y en este contexto, ¿cuáles son los principales desafíos para poder cumplir con ese objetivo?
-Creo que el gran desafío es aumentar la capilaridad de esta red en los principales países donde se viene dando la gran transformación. Brasil es un ejemplo. Con la disminución de headends, se hace aún más necesario la distribución de video por IP. Porque el satélite es muy importante cuando hay una necesidad de escala, para llegar a muchos puntos. Ahí el costo es mejor. Ahora bien, cuando uno necesita distribuir una señal para algunos pocos puntos, la distribución por IP resulta fundamental y ahí es donde estamos invirtiendo. En este sentido, aunque no tengamos fecha prevista, sabemos que la segunda fase de esta red IntelsatOne IP es aumentar su capilaridad en Brasil, que es un país que tiene demanda. El resto de Latinoamérica está en otro momento distinto, todavía se necesita el satélite tanto para la distribución de los cableoperadores como para las retransmisoras de televisión.
¿La TV 3.0 abrirá mayores oportunidades de negocio en Brasil?
Con la TV 3.0 se va a consolidar la idea de que satélite es muy importante en un país como Brasil. Porque no se hace distribución de sin la banda C, sin satélite. Si bien es cierto que algunos van a lograr cambiar su negocio de distribución por IP para la TVRO de Claro y Sky, porque cada emisora tiene una estrategia distinta, los broadcasters tradicionales, que necesitan de capilaridad sobre Brasil, seguirán en el satélite, por lo menos para algún tipo de contenido. Pero a medida que el tiempo pase y se necesite, por ejemplo, bajar costos y se cambie el enfoque, pienso que los contenidos que no son en vivo serán transferidos para redes OTT de streaming o VoD; mientras que el resto seguirá en el modelo tradicional de PayTV, fundamentalmente por el tema de latencia. Claro que, con el paso del tiempo, es algo que se resolverá. No obstante, para algunos, el satélite seguirá siendo muy importante.